De acuerdo con la legislación mexicana, existen dos categorías de firma electrónica: la firma electrónica simple y la firma electrónica avanzada o segura.
La firma electrónica simple se basa en el intercambio de claves y contraseñas entre las partes involucradas. Esta tiene validez legal y puede ser utilizada como evidencia en un juicio.
La Firma Electrónica Avanzada o segura utiliza un certificado de firma irrefutable emitido por un proveedor de servicios de certificación de firma electrónica avanzada (FIEL), emitido por el Instituto Nacional Electoral (INE) o una autoridad emisora autorizada por el gobierno mexicano.
Esta firma identifica personalmente al firmante y garantiza la integridad del documento. Tiene el mismo valor probatorio que una firma manuscrita.
En cuanto a las leyes y códigos que rigen la firma electrónica en México, existen varias leyes y normas, incluyendo el Código Civil Federal, el Código de Comercio, la Ley de Firma Electrónica Avanzada, y normas oficiales como la NOM-151-SCFI-201634 sobre conservación de mensajes de datos y digitalización de documentos.
Estas leyes y normas han sido publicadas en el Diario Oficial de la Federación y han sido modificadas en diferentes fechas.